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martes, 3 de diciembre de 2013

PASTELITOS DE BONIATO

**   PASTELITOS DE BONIATO   -LLIRIA-  **

 

Ingredientes para el relleno:
600 gr de boniatos 200 gr de azúcar mas o menos, depende de lo dulces que estén los boniatos, así que mejor ir echando poco a poco e ir probando. un poco de canela en polvo
Ingredientes para la masa:
200 ml de acetite de girasol o de oliva muy suave 100 ml de anís 50 ml de vino moscatel 50 gr de azúcar 475 gr de harina
Ingredientes para hornear:
1 huevo batido para pintar los pastelitos azúcar moreno para espolvorearlos

 

Preparación del relleno:
 Asar los boniatos durante unos 50 minutos a 200º C. Dejar
 enfriar, pelar y cortar en trozos pequeños. Los trituraremos
 junto con el azúcar a gusto, ir probando porque depende del
 dulzor del boniato y la canela en polvo.
Reservar en un bol tapado con film. 
Preparación de la masa:
Precalentar el horno a 200º C, arriba y abajo y turbo/ventilador Poner en el
vaso de la Thermomix el aceite, el anís, el moscatel y el azúcar y programar 4
minutos a 60º C, velocidad 2. Si no tienes Thermomix puedes templarlo todo en
un cazo y luego batir con una batidora de mano con cuidado de no quemarte!
Añadir la harina y mezclar 10 segundos a velocidad 6, después
programar 1 minuto a velocidad espiga. También puedes mezclarlo a
mano en un bol hasta que esté bien ligado. La masa queda
 ligeramente grasa.  Sacar del vaso y amasar un poco a
 mano para juntar toda la masa. Hacer bolitas de unos 40 gr,
 aplanar cada una dándole forma circular sobre un papel de
hornear, poner un poco de relleno en su interior, doblar el circulo por la
mitad y cerrar presionando con un tenedor de postre como si fuera una
empanadilla. Ponerlos en una bandeja de horno cubierta con
papel vegetal, pincelar con huevo batido y espolvorear con el
 azúcar moreno. Hornear durante 15-17 minutos a
 200º C 
 
Con las cantidades indicadas salen entre 22-24 pastelitos de tamaño mediano.
 Se conservan muy bien guardados en una lata.
***    LLIRIA    *** 

 

Llíria está situada al noroeste de la provincia de Valencia, a 25 km de
Valencia. Es la capital de la comarca del Camp de Túria. Su término municipal
(229,82 km2) es uno de los más grandes en extensión de la Comunitat Valenciana
y presenta un paisaje de contraste entre una zona montañosa que pertenece a los
primeros contrafuertes de la sierra Calderona y la zona de huerta del margen
izquierdo de la ribera del río Turia. Goza de un excepcional patrimonio
histórico cultural y es, además de una ciudad histórica, una ciudad con mucha
tradición musical, siendo conocida como “La Ciudad de la Música”. Alberga uno
de los conjuntos arqueológicos y monumentales más significativos de todo el
territorio valenciano. Estas dos características la convierten en toda una
“Sinfonía de Culturas” para el goce tanto de los llirianos como de sus
visitantes.

 

Llíria posee los restos de la que fuera una de las ciudades ibéricas más
importantes. Esta ciudad, con cerca de 10 ha. de extensión, llamada Edeta, fue
 sede administrativa y centro de poder de la Edetania, un
 extenso territorio que comprendía desde el río Júcar hasta el
 Palancia. Edeta presenta un urbanismo complejo a base de calles
 adaptadas al desnivel del terreno donde se ubican casas
construidas con zócalo de piedra y adobes. Este yacimiento arqueológico ha dado
el mejor conjunto de cerámica pintada de toda la cultura íbera.
Hoy día, este conjunto se expone en el Museo de Prehistoria de
la Diputación de Valencia. De las numerosas piezas que lo
componen, destacan su Vaso de los Guerreros, el
Vaso de la Batalla Naval y el Khalatos de los Bailarines.
 Alrededor de Edeta se organizaba un cordón de poblados
ibéricos como el de la Mont-ravana, de tamaño medio, y un
cordón de caserios dedicados a la explotación agrícola y minera
como el Castellet de Bernabé , uno de los mejores ejemplos
de este tipo de asentamiento donde el modelo urbanístico
resultado es la denominada calle central, con las
estructuras adosadas en la muralla a ambos lados de una vía
 de circulación dispuesta al eje longitudinal del recinto. El personaje
 más representativo del mundo ibero fue Edecón, régulo de los edetanos,
 que gobernó la ciudad íbera de Edeta y su territorio al siglo III a.C.
 En la época de Augusto, Llíria fue municipio romano y su importancia
 fue notable hasta rivalizar con Valencia y Sagunto.  Uno de los
símbolos más emblemáticos de la presencia romana en Llíria es el
Molló del Pla de l’Arc. En el Museu Arqueològic de Llíria (MALL) se
 expone “Lección para una celebración”, conjunto de
 pinturas que relatan la introducción del cristianismo
 en Edeta; una muestra de un conjunto  numismático de
 6.000 denarios de plata de los siglos I al III denominado el
“Tressor de Llíria”, y un conjunto de inscripciones honoríficas y
funerarias dedicadas a personajes de relevancia de la Edeta
romana. En el Museo Nacional de Arqueología (Madrid), se muestra
“Los doce trabajos de Hércules”,  mosaico romano
 originario de Llíria. El Santuari oracular de
 Mura es un complejo arquitectónico de casi 4000 m2 conformado
 por un templo de carácter oracular de estilo griego y unas
termas dobles de tipo pompeyano, una para las mujeres y otra para los hombres.
El promotor de esta obra fue Marcus Cornelius Nigrinus Curiatus Maternus,
edetano que fue senador consular, candidato a emperador y una de
las personalidades más ricas y con mayor poder político de los
últimos años del siglo I. Cerca del santuario se encuentran los
Mausoleus romans, uno de los mejores ejemplos de arquitectura
funeraria romana del siglo I conformado por dos mausoleos turriformes
que formaban parte de la antigua necrópolis de Edeta.   Cerca del
moderno casco urbano de Llíria se encuentra la Vila Vella, antigua
ciudad medieval. De los siglos VIII al XIII la actual Vila Vella era
una medina islámica nombrada Lyria. Ciudad de importancia estratégica, como
demuestra el hecho de que el 1090 fue asediada por Rodrigo Díaz de Vivar, el
Cid Campeador, por no pagar las parías. La ciudad islámica tenía dos
partes claramente diferenciadas: la medina y la alcazaba. Los Banys
àrabs o hammam de Llíria son del siglo XII. El año 1239, el rey
 JaumeI conquista la ciudad y el 1253 le otorga la carta
 puebla que confirma la ciudad como villa real.
 Lyria es repoblada por cristianosde procedencia catalana y
 aragonesa. Arriba de la Vila Vella encontramos la iglesia de la
Sang (siglo XIII). Es un excelente ejemplo de arquitectura de
conquista con elementos constructivos de transición del románico al
gótico. Declarada monumento nacional el 1919 y Bien de Interés
Cultural (BIC) el 1999, la Sang presenta una decoración muy
significativa a base de pinturas murales del siglo XIII donde
aparecen las figuras de san Esteban, san Pedro de Verona o santa
Bárbara. Conserva dos columnas y el aljibe de la antigua mezquita. Destaca
sobretodo el artesonado de estilo mudéjar, decorado a base de formas vegetales
y geométricas, animales mitológicos y escenas del mundo medieval. Más abajo,
encontramos la iglesia del Bon Pastor (siglo XIV). Conserva una interesando
 pintura mural italogótica que representa la Crucifixión de
 Cristo en la parte superior y la Anunciación en la inferior. La
 Vila Vella conserva algunas casas populares del siglo XV con sus
 portales con los característicos arcos de medio punto y anchas
estancias interiores con arco diafragma como el Forn de la Vila, la sede de la
Agència Lliriana de Turisme o Ca la Vila Vella, sede del Museu
Silvestre d’Edeta. En el MALL, Museu Arqueològic de Llíria, se
 exponen unas tablas pertenecientes a un retablo
 gótico originario de la iglesia de la Sang donde se representa
 san Pedro Apóstol y san Pedro de Verona y un juego medieval de
 cáliz y vinagreras para la celebración de la eucaristía. Además
, la Vila Vella conserva parte de la muralla medieval como el lienzo con
 almenas y torre del antiguo portal de Valencia o el del portal de
 la Traïció. La segunda mitad del siglo XVI supone para Llíria una
 nueva etapa de crecimiento demográfico y urbano. La ciudad traslada
 definitivamente su centro en la plaza Mayor, lugar que ocupa en la
 actualidad. Aquí se encuentra el edificio que fue sede de las
dependencias municipales de época foral como el Almodí, la Sala del Consell, la
Cámara de los Jurats, la Corte de Justicia y la Prisión. De estilo
renacentista, es conocido  popularmente como Ca la Vila y es la
actual sede del Ayuntamiento de Llíria. En la misma plaza se
encuentra la iglesia de la Assumpció, templo de estilo barroco, la
fachada de la cual, realizada con piedra tallada, es monumental y
 representa un santoral realizado por el escultor
 Tomàs Lleonart. En el cerro de Santa Bárbara podemos ver los
 restos de su ermita renacentista. Desde este punto se goza de
 una magnífica vista panorámica donde se divisa la ciudad de
Llíria, el cerro de Sant Miquel y la sierra Calderona.   En el cerro de Sant
Miquel se eleva el monasterio dedicado al patrón de Llíria y que le da nombre.
Fue fundado por el rey Jaume II para la residencia de beatas
dedicadas a la oración. La construcción inicial del monasterio es
del siglo XIV, pero el actual edificio data del siglo XVIII. De
la iglesia, de estilo neoclásico, destaca el camarín decorado a base de
pinturas murales academicistas obra de Manuel Camarón y una pintura gótica
sobre lienzo de Vicent Masip.   En el  parque de Sant Vicent, y a pocos metros
 de la Font, se construyó al siglo XVIII una ermita bajo la
 advocación del santo, copatrón de Llíria. Según la tradición,
 el año 1410 sant Vicent hizo remanar el agua de la fuente que
 estaba seca. El edificio es de estilo barroco y neoclásico con
pórtico a la entrada y de una sola nave en el interior.   En el barrio del
Raval está la iglesia de sant Francesc, edificio construido por los
franciscanos que conserva una decoración sencilla a base de pinturas
con elementos academicistas.  En la Vila Vella se encuentra la
iglesia de la Mare de Déu, edificio sencillo donde destaca la
masonería del exterior y los sillares de las esquinas. En el barrio
de Reixuixena se ubica la iglesia y el convento del Remei, que
 forman un conjunto arquitectónico construido por los
 trinitarios con aires clasicistas. 
 Conserva un interesante claustro de estilo neoclásico.

 

 

Gastronomía
La cocina de Llíria mantiene las características de la gastronomía mediterránea
y de la típica cocina valenciana de la cual constituyen la base los arroces,
las verduras y la carne.  Hay una gran variedad de platos con el arroz como
principal elemento donde se añaden los productos cultivados por los
agricultores y los animales de corral llirianos, entre los que destacan el
arroz con acelgas, el arroz al horno y la paella valenciana.
Los embutidos y la carne proveniente de la caza menor
destacan por su calidad. Las hortalizas, las legumbres, las
verduras y los tubérculos que se consumen en la ciudad
proceden mayoritariamente de la rica huerta de Llíria. Destacan, además, los
 cítricos, y en especial la naranja, y, como productos
 referentes, la cebolla y la calabaza. La mayoría de hornos y
 pastelerías de Llíria conservan los sistemas tradicionales de
 elaboración, cosa que permite una repostería exquisita y de
una gran variedad. Aunque se pueden degustar todo el año, en cada estación le
corresponde unos dulces específicos. En la Navidad se degustan los pastelillos
de boniato y las tortas finas; la primavera es el momento de los
bizcochos y los besitos de novia; por Pascua se comen los
 típicos paquemaos, la tradicional mona, la
 torta de nueces y pasas, el primet de limonada y las tortas
 de tocino y sardina, y por Sant Miquel es popular el congret,
 hecho con aceite y anís.
  Hay que destacar los productos con la marca
“Aliments Tradicionals de Llíria”, que incluye el sector
local del embutido (sobrasada de tarrina, butifarra de
cebolla en jarreta de aceite y longaniza seca al vacío), de los hornos y
 pastelerías (congrets, rotllets, malfets, besitos de novia y
 pecadets de Llíria) y agroalimentario (tomate y calabaza de
 Llíria). Llíria dignifica sus productos gastronómicos en
 septiembre con la celebración de la feria agroalimentaria y
comercial “A mos redò, productes de Llíria”. Además,  en noviembre se celebra
el “Concurs nacional d’arròs amb bledes” (arroz con acelgas), donde los
participantes tienen que preparar este popular plato de arroz como plato
obligado y que utilicen la calabaza como ingrediente base de los postres.

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